Los líderes del transporte de la ciudad de Nueva York se están preparando para deshacer miles de millones de dólares en mejoras a la red de transporte más grande del país después de que la gobernadora Cathy Hochul pusiera fin a un programa de peaje que habría pagado las mejoras y reparaciones.
Extrañar. Durante su primera reunión desde la decisión de Hochul de poner fin al programa, la junta de la Autoridad de Transporte Metropolitano vio el miércoles presentaciones del personal de la autoridad que detallaban amplios recortes en el proyecto que priorizan sólo las reparaciones más críticas.
Entre otros proyectos ahora retrasados se encuentran planes para hacer que las estaciones de metro sean más accesibles para los pasajeros discapacitados, reparaciones a infraestructuras de casi un siglo de antigüedad y una extensión de la línea de metro de la Segunda Avenida.
La junta aún tiene que revisar formalmente sus planes de capital, pero aprobó una resolución el miércoles para prepararse para implementar el programa de precios de congestión si obtiene luz verde de Albany. El gobernador Hochul no indicó cuándo podría ser eso.
El gobernador dice que los precios por congestión están poniendo en peligro la recuperación de Nueva York de la pandemia. Dijo que la economía de la ciudad todavía era demasiado frágil para hacer frente a un nuevo peaje para los conductores, y temía que la era del trabajo remoto pudiera ser otra razón más por la que los viajeros no regresan a la oficina.
Su cambio fue aplaudido por un creciente coro de opositores que acusaron a la MTA de atacar injustamente a los viajeros en automóvil para cubrir sus déficits presupuestarios.
Ya se contaba con el dinero recaudado mediante el programa de precios de congestión de la ciudad de Nueva York para ayudar a reparar una red de transporte que mueve a más personas que cualquier otra en el continente.
Cobrará a la mayoría de los conductores 15 dólares por entrar a las zonas más transitadas de Manhattan a partir del 30 de junio, con el objetivo de controlar el tráfico y al mismo tiempo generar dinero muy necesario para modernizar el metro de Nueva York, que funciona las 24 horas. Pero cuando a principios de este mes la Sra. Hochul retiró su apoyo a la introducción de tarifas por congestión como estaba previsto, bloqueó de hecho muchas reformas al sistema de tránsito. La Sra. Hochul se comprometió a encontrar fuentes alternativas de financiación para la MTA.
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