Los metales tóxicos están presionando a los fabricantes de detectores infrarrojos en una esquina, pero los investigadores de NYU Tandon han creado una solución más limpia utilizando el punto cuántico coloidal. Estos detectores están hechos como “tinta”, lo que permite una producción hábil y baja costosa al mostrar una impresionante sensibilidad infrarroja. En combinación con electrodos transparentes, la innovación se ocupó de los principales obstáculos en los sistemas de imágenes y puede traer tecnología infrarroja a automóviles, medicamentos y dispositivos de consumo.