Turquía se ha convertido en un actor clave en la consolidación del alto el fuego inicial en la Franja de Gaza y espera aprovechar su fuerte ejército, sus experimentadas empresas de construcción y sus vínculos con Hamás para desempeñar un papel en el futuro de la región.
Pero Israel se opone firmemente.
El presidente Recep Tayyip Erdogan ayudó a presionar a Hamas para que aceptara un alto el fuego, convirtiendo a Turquía en un garante clave. Pero a lo largo de la guerra, criticó duramente a Israel y se puso del lado de Hamás, que Turquía no considera una organización terrorista como Israel y otros países.
A medida que la guerra se intensificaba, Erdogan cortó los lazos diplomáticos y el comercio con Israel. Regularmente calificó la guerra de genocidio y comparó al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, con Adolf Hitler.
Durante la visita del vicepresidente JD Vance a Israel esta semana, los periodistas preguntaron a Netanyahu si permitiría que el personal de seguridad turco desempeñara un papel en la Gaza de posguerra. “Tengo opiniones muy firmes al respecto”, respondió. “¿Quieres adivinar cuáles son?”
Vance dijo que Estados Unidos no impondría nada a Israel “cuando se trata de tropas extranjeras”, pero sugirió que Türkiye podría desempeñar un “papel constructivo”.
¿Qué puede aportar Türkiye?
Este mes, Erdogan dijo que Turquía “vigilaría atentamente la implementación palabra por palabra” del acuerdo de alto el fuego y participaría en su aplicación y reconstrucción sobre el terreno.
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