El número de diócesis católicas romanas en los Estados Unidos que se han declarado en quiebra federal en medio de un escándalo mundial de abuso del clero de la iglesia ha aumentado después de que el centro de Luisiana solicitara recientemente la protección del Capítulo 11.
La Diócesis de Alejandría anunció una declaración El viernes se unió a más de 40 instituciones católicas en los Estados Unidos que se han declarado en quiebra. De acuerdo a Facultad de Derecho de Penn State28 que fueron, en conclusión, uno de los indicadores más evidentes de la caída del escándalo de los abusos curativos de la quiebra.
El obispo de Alejandría, Robert W. Marshall, explicó en el comunicado que su diócesis solicitó una reestructuración financiera debido a la cantidad de acusaciones de abuso sexual por parte del clero que enfrentaba.
“Esta acción se lleva a cabo porque algunos sacerdotes infractores en el pasado han abusado sexualmente de menores, actos que son malvados, pecaminosos y van en contra de todo lo que representan la iglesia y los sacerdotes”, decía una carta de Marshall, quien dirige la Diócesis de Alejandría desde agosto de 2020.
“Al tomar esta acción, tenemos dos objetivos. Primero, queremos hacer todo lo que podamos, de manera justa, para compensar a aquellos que han sido perjudicados. Segundo, queremos continuar con los ministerios necesarios de la diócesis para que podamos satisfacer las necesidades de nuestras parroquias, feligreses y otros que dependen de la iglesia para recibir ayuda”.
The Guardian informó en octubre de 2024 que la Diócesis de Alejandría planeaba solicitar protección por quiebra, al igual que la Arquidiócesis de Nueva Orleans, su institución hermana de Luisiana, en 2020.
El jueves, en una votación casi unánime, cientos de víctimas de abuso sexual infantil por parte de sacerdotes en Nueva Orleans aprobaron un acuerdo de quiebra de 230 millones de dólares con la arquidiócesis de esa ciudad.
Aunque los resultados de la votación no se anunciarán oficialmente hasta el 6 de noviembre, la arquidiócesis indicó en una presentación judicial de declaraciones no oficiales que el acuerdo fue aceptado por el 99,63% de los que votaron. Al acuerdo se opuso un pequeño grupo de inversores en bonos que demandaron a la arquidiócesis alegando que cometió fraude de valores cuando retuvo los pagos de intereses que prometió a los inversores cuando compraron la deuda en bonos de la iglesia.
El acuerdo de quiebra de la Arquidiócesis de Nueva Orleans también incluye un acuerdo para divulgar archivos sobre algunos sacerdotes y diáconos abusivos, y establecer protecciones para niños y adultos vulnerables.











