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La supernova más distante: James Webb ve explotar una estrella en el amanecer cósmico

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Astrónomos de todo el mundo han alcanzado un hito importante en el estudio del universo primitivo. Utilizando el telescopio espacial James Webb (JWST), detectaron una supernova, la muerte explosiva de una estrella masiva, a una distancia nunca antes vista.

La explosión conocida como SN en GRB 250314A ocurrió cuando el universo tenía sólo 730 millones de años. Esto la sitúa firmemente dentro de la época del renacimiento, una época en la que comenzaron a aparecer las primeras estrellas y galaxias. La observación proporciona una visión poco común y directa de cómo las estrellas masivas terminaron sus vidas durante esta fase formativa de la historia cósmica.

Un estallido de rayos gamma abre el camino

El descubrimiento se informó por primera vez en el artículo académico ‘JWST revela una supernova después de un estallido de rayos gamma en Z ≃ 7,3’ (Astronomy and Astrophysics, 704, diciembre de 2025). El evento llamó la atención por primera vez después de un poderoso destello de radiación de alta energía llamado ráfaga de rayos gamma de período largo (GRB) el 14 de marzo de 2025, por el Monitor Astronómico de Objetos Variables Multibanda (SVOM) con base en el espacio. Luego, los astrónomos utilizaron el Very Large Telescope (ESO/VLT) del Observatorio Europeo Austral para confirmar que la fuente estaba a una distancia extrema.

JWST separa la explosión de su galaxia anfitriona

Las observaciones decisivas se produjeron unos 110 días después de la explosión, cuando JWST apuntó a la región utilizando su cámara de infrarrojo cercano (NIRCAM). Estas imágenes permitieron a los investigadores separar la tenue luz de la supernova del brillo mucho más tenue de su galaxia anfitriona, un paso importante para confirmar la naturaleza de la explosión.

El coautor y astrofísico de la Facultad de Física de la UCD, Dr. Antonio Martín Carrillo, explicó la importancia de este hallazgo: “La observación clave, o prueba irrefutable, que conecta la muerte de estrellas masivas con estallidos de rayos gamma es el descubrimiento de una supernova que se origina en la misma posición del cielo. Casi todas las supernovas han estado al alcance de la mano, excepto las relativistas. Hasta la fecha, cuando confirmamos esta edad, vimos una oportunidad única de verificar cómo era el universo y qué tipo de estrellas existieron y murieron.

“Usando modelos basados ​​en la población de supernovas asociadas con GRB en nuestro universo local, hicimos algunas predicciones de cuál debería ser la emisión y las usamos para proponer una nueva observación con el Telescopio Espacial James Webb. Para nuestra sorpresa, nuestro modelo funcionó notablemente bien y la supernova observada pareció coincidir muy bien con la forma en que vemos muertes estelares regulares que albergaron esta estrella moribunda”.

Una explosión inesperadamente familiar

Las mediciones muestran que esta supernova distante se acerca mucho al brillo y las características espectrales de SN 1998bw, una conocida supernova asociada con explosiones de rayos gamma que explotaron mucho más cerca de la Tierra. Esta similitud sugiere que la estrella detrás de GRB 250314A no era dramáticamente diferente de estrellas masivas similares en explosión en el Universo cercano.

A pesar de formarse en un entorno muy diferente con una metalicidad mucho menor, la estrella parece haber muerto de una manera familiar. Los datos descartan tipos de explosiones más luminosas, como las supernovas superluminosas (SLSN).

Repensando la primera generación de Tara

Estos resultados desafían la idea mantenida desde hace mucho tiempo de que las primeras estrellas habrían producido explosiones claramente más brillantes o más azules que las que se ven hoy. En cambio, los resultados apuntan a una sorprendente consistencia en cómo las estrellas masivas terminan sus vidas a lo largo del tiempo cósmico.

Si bien el descubrimiento proporciona un punto de referencia importante para comprender la evolución estelar en el universo temprano, también plantea nuevas preguntas sobre por qué estas explosiones parecen tan similares.

El equipo planea realizar otra ronda de observaciones JWST en los próximos uno o dos años. Para entonces, la supernova debería ser más de dos órdenes de magnitud más tenue, lo que facilitará el estudio de la débil galaxia anfitriona en su totalidad y determinar exactamente cuánta luz proviene de la supernova.

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