El informe de la Cámara de los Lores dijo que el gobierno debería prohibir toda publicidad de comida chatarra y gravar a las empresas que añaden azúcar y sal adicionales a sus productos.
El Comité de Alimentación, Dieta y Obesidad ha pedido a los ministros que arreglen el “sistema alimentario roto” y cambien el rumbo de la “obesidad como una emergencia de salud pública”.
Los colegas dicen que depender de grandes golpes para recortar la cintura de la nación ejercerá una presión “considerable” sobre el NHS y no abordará la causa fundamental del problema.
Dicen que reducir a la mitad la obesidad adulta para 2030 usando medicamentos podría costar £16,5 mil millones al año y sugieren que sería mejor gastar este dinero en mejorar los hábitos alimentarios.
El informe ‘Receta para la Salud’ señaló que dos tercios de los adultos tienen sobrepeso y dijo que la factura fiscal promedio del Reino Unido sería de más de £400 por año si todos tuvieran un peso saludable.

Los laboristas piden solucionar la “emergencia de salud pública por obesidad” en Gran Bretaña prohibiendo toda publicidad de comida chatarra (imagen de archivo)

El comité de alimentación, nutrición y obesidad pide a los ministros que arreglen el “sistema alimentario roto” (imagen de archivo)
Esto sitúa el coste anual total del sobrepeso y la obesidad en 98.000 millones de libras esterlinas, incluidos los costes del NHS y de la asistencia social, la pérdida de productividad, la inactividad laboral y los pagos de asistencia social.
El informe advierte que ha habido un “fracaso total” a la hora de abordar la crisis e insiste en que se debe obligar a la industria a cambiar porque las medidas voluntarias no han ido lo suficientemente lejos o no han detenido el aumento de la obesidad.
Otras recomendaciones incluyen exigir a las grandes empresas alimentarias que informen sobre la salubridad de sus ventas y utilizar los ingresos procedentes de la ampliación de los impuestos al azúcar y la sal para subsidiar alimentos saludables para los pobres.
La baronesa Walmsley, presidenta del Comité de Alimentación, Dieta y Obesidad, afirmó: “La comida debería ser agradable y contribuir a nuestra salud y bienestar, pero está enfermando a demasiadas personas”.
“Tanto el gobierno como la industria alimentaria deben asumir la responsabilidad de lo que salió mal y tomar medidas urgentes para corregirlo”.
Karen Bates, directora ejecutiva del organismo comercial The Food and Drink Federation, dijo: “Nuestra industria toma muy en serio el tema de la obesidad y la mala alimentación y sabemos que tenemos un papel importante que desempeñar para abordarlo”.