El año pasado, la jueza de distrito estadounidense Yvonne González Rogers admitió una demanda colectiva que acusaba a Apple de monopolizar el mercado de aplicaciones para iPhone. Hoy revocó esa decisión. Aquí están los detalles.
Defectos “atroces” conducen a la descertificación de una demanda colectiva
Este caso es particularmente complicado, ya que algunos aspectos se remontan al lanzamiento del iPhone original. Pero en resumen, la lógica general debería resultar muy familiar en este punto: Apple supuestamente mantiene un monopolio en la distribución de aplicaciones para iOS que obliga a los usuarios a comprar aplicaciones exclusivamente a través de la App Store, lo que genera precios más altos.
Después de años de idas y venidas procesales, incluidas múltiples mociones, apelaciones y la consolidación de quejas antimonopolio superpuestas, el caso finalmente llegó ante la jueza Yvonne González Rogers, quien en 2022 se negó a certificarlo como una demanda colectiva.
Luego, en 2024, revocó su propia decisión, una vez que “el alcance se redujo para incluir solo a los titulares de cuentas de Apple que gastaron $10 o más en aplicaciones o contenido dentro de las aplicaciones”, como Reuters Informe a tiempo
Hoy, sin embargo, revocó su decisión nuevamente, luego de la exitosa impugnación de Apple al modelo de compensación de los demandantes, que según la compañía tenía múltiples fallas y no demostró daños a toda la clase.
de Reuters:
Rogers dijo que los demandantes no proporcionaron un modelo “capaz de demostrar de manera confiable lesiones y daños en toda la clase de una sola vez” al hacer coincidir las cuentas de Apple con los clientes, limitando el número de consumidores “intactos” en la clase.
Se pronunció después de que un experto contratado por Apple encontrara defectos “espantosos” en el modelo del demandante.
Estos incluyen que el demandante nombrado Robert Pepper y el reclamante putativo “Rob Pepper” eran personas diferentes a pesar de compartir direcciones particulares e información de tarjetas de crédito.
Combinaron más de 40.000 registros de pagos de personas cuyo nombre era “Kim”, pero que por lo demás no tenían comparación.
Cuando se le preguntó sobre la decisión de hoy, un miembro del equipo legal de los demandantes dijo que estaban “ciertamente decepcionados” y que revisarían sus próximos pasos. Apple no respondió Reuters‘Solicitud de comentarios.











