Cuando sonó el pitido final en el Estadio Olímpico Luis Compagnie el 11 de mayo, el Real Madrid mantuvo la cabeza en alto mientras el Barcelona celebraba su cuarta victoria en el Clásico de 2024-25, asegurando su título de La Liga.
La derrota por 4-3 fue otra mancha en la mala campaña final de Los Blancos bajo el mando de Carlo Ancelotti. Los gigantes españoles no pudieron defender sus coronas españolas ni europeas, concedieron 83 goles y sufrieron cuatro derrotas en todas las competiciones contra el Barcelona.
Ningún equipo del Real Madrid en la historia había perdido cuatro Clásicos en una temporada hasta 2024-25, cuando jugadores como Kylian Mbappé, Vinicius Junior y Jude Bellingham no pudieron evitar que sus archirrivales avergonzaran tras avergonzar.
Los hombres de Hansi Flick superaron a los 15 veces campeones de Europa en la final de la Supercopa de España, la final de la Copa del Rey y dos veces en la Liga, anotando 16 goles en cuatro partidos. Por lo tanto, el triplete nacional del Barcelona se produjo a expensas del Real Madrid.
Barcelona *dominó* El Clásico la temporada pasada…
Pero la nueva imagen del Real Madrid hará las cosas muy interesantes. pic.twitter.com/h7UvVkUpEj
– Deportes Ilustrados FC (@SI_FootballClub) 24 de octubre de 2025
Gran parte de la culpa recae en la crisis de lesiones de Los Blancos, que obligó a los centrocampistas naturales Federico Valverde y Aurelien Choumeni a formar una defensa improvisada que no tenía ninguna posibilidad contra uno de los mejores ataques de Europa.
Sin embargo, había otras debilidades evidentes que pesaban sobre el Real Madrid. Mbappé y Vinicius Jr lucharon por encontrar química en la cima, Rodrigo estaba en el peor momento de su carrera y el mediocampo de Ancelotti extrañaba desesperadamente a Toni Kroos.
Sin embargo, sean cuales sean los problemas que han aquejado a Los Blancos, perder cuatro partidos en una sola campaña ante el Barcelona fue una racha de forma inaceptable que requerirá una respuesta masiva en 2025-26.
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Una campaña tan mediocre finalmente le costó el puesto a Ancelotti. El entrenador más ganador de la historia del club se despidió de la capital española en mayo, abriendo la puerta a Xabi Alonso.
El ex técnico del Bayer Leverkusen se hizo cargo del club más grande del mundo bajo presión para corregir los errores de la temporada pasada. Después de un bautismo de prueba de fuego en la Copa Mundial de Clubes de la FIFA, Alonso se ha adaptado silenciosamente a su nuevo rol, llevando al Real Madrid a 11 victorias en 12 partidos en 2025-26.
El equipo está bastante fuerte defensivamente con la llegada de Dean Huissen, Trent Alexander-Arnold y Alvaro Carreras, así como el regreso de Eder Milito tras una lesión. Mientras tanto, Choumeni está en la mejor forma de su carrera, aportando la estabilidad que tanto necesita al mediocampo de Los Blancos.
Además, el mayor protagonismo de Arda Güler ha permitido que florezca el ataque de Alonso, con Mbappé ya anotando 15 goles en 12 partidos. Vinicius Jr. una vez más lució imparable, con 10 goles en todas las competiciones.
El Real Madrid es un equipo nuevo y mejorado, pero su éxito inicial no significará mucho hasta que junte todas las piezas para vencer al Barcelona.
Quizás más que cualquier otro jugador, la presión recae sobre Alonso para que cumpla en su primer Clásico. Como sucesor de Ancelotti, el jugador de 43 años tiene zapatos casi imposibles de llenar en la línea de banda, especialmente después de los problemas contra los catalanes la temporada pasada.
El peso sobre los hombros de Alonso es aún mayor ante sus dos fracasos desde su regreso a la capital española. En dos de los enfrentamientos más importantes del Real Madrid bajo el mando del español, sufrió derrotas vergonzosas ante el Paris Saint-Germain y el Atlético de Madrid.
Dos derrotas hubieran sido bastante malas, pero las decisiones tácticas de Alonso en cada partido pintan un panorama preocupante. Ante el PSG, el técnico rascó a los tres delanteros formados por Mbappé, Gonzalo García y Vinicius Junior en la banda derecha.
Luego, en su primer derbi madrileño en la banda, Alonso dejó al recién reincorporado Bellingham en su once y dejó a Franco Mastantuono en el banquillo, cambiando el equilibrio de su ataque sin mucho éxito.
Falta poco para que Alonso llegue el domingo por la tarde. Si el técnico toma otra mala decisión, corre el riesgo de sufrir una tercera derrota en su tercer gran test como técnico del Real Madrid.
Es bastante absurdo afirmar que un partido de octubre definirá la temporada del Real Madrid o del Barcelona. Aun así, El Clásico podría ser el momento para que el Real Madrid se restablezca como potencia.
Si bien el legado del club no está en duda, su capacidad para alcanzar alturas que alguna vez alcanzó hace solo unos años. Quedarse sin un trofeo importante la temporada pasada hizo mella en la antes impenetrable armadura de Los Blancos, sólo para empeorar con su sorprendente derrota en el derbi madrileño.
Tres puntos contra el Barcelona no curarán repentinamente las heridas de la temporada pasada ni catapultarán al Real Madrid a la medalla de plata, pero podrían ser la declaración que este equipo necesita desesperadamente para volver a ganar el campeonato.
La redención real para el Real Madrid sólo terminará en recuperar la corona de La Liga de manos de sus archirrivales y pueden dar el primer paso para derrotar al Barcelona en el partido más importante del fútbol español el domingo por la tarde.











