Camboya y Tailandia acordaron el domingo avanzar hacia la resolución de hostilidades de larga data a lo largo de su frontera compartida, mientras el presidente Trump se atribuía el mérito de mediar en la disputa de décadas y trataba nuevamente de pulir sus credenciales de pacificación.
Trump y el primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, ayudaron a negociar un alto el fuego entre Camboya y Tailandia en julio, poniendo fin a cinco días de conflicto mortal. El domingo vieron al primer ministro camboyano, Hun Manet, y a su homólogo tailandés, Anutin Charnvirakul, firmar un acuerdo en Kuala Lumpur, capital de Malasia.
Fue uno de los compromisos de paz más destacados entre las dos partes. Trump llamó al acuerdo el “acuerdo de paz de Kuala Lumpur” y lo calificó de “histórico”.
Pero existen obstáculos importantes para una paz duradera: los vecinos no están de acuerdo sobre cómo definir las fronteras y gestionar las pasiones nacionalistas sobre el tema. El texto oficial del acuerdo lo describió no como un tratado de paz sino como una “declaración conjunta basada en el resultado de su reunión en Kuala Lumpur, Malasia” de los primeros ministros de Camboya y Tailandia.
Aun así, una parte clave del acuerdo fue el compromiso de ambas partes de retirar las armas pesadas de la frontera, medidas que serán supervisadas por observadores de la Organización de Naciones del Sudeste Asiático. Otro acontecimiento fue el anuncio de que Tailandia repatriaría a 18 prisioneros de guerra a Camboya.
El acuerdo del domingo, firmado en una cumbre de la ASEAN, también fue notable porque Tailandia ha dicho consistentemente que rechaza la mediación de terceros en las disputas. El ministro de Asuntos Exteriores tailandés, Sihasak Phuangketkyo, también dijo a los periodistas que Estados Unidos ayudó a facilitar las conversaciones, pero que eran bilaterales.
Al menos 40 personas murieron el 24 de julio después de que la última versión de la disputa fronteriza se convirtiera en una guerra. Cientos de miles de personas fueron desplazadas. Trump intervino el tercer día de la guerra y llamó a los líderes de Tailandia y Camboya para decirles que no continuaría las conversaciones arancelarias a menos que pusieran fin a la disputa.
El domingo, Trump contó el momento y dijo que estaba jugando golf en Escocia cuando tomó la decisión.
“Dije: ‘Esto es más importante que jugar golf, así que nos sentamos allí todo el día e hicimos llamadas telefónicas'”, dijo Trump. “Y fue sorprendente la forma en que todo surgió tan rápido”.
Y añadió: “Para mí es más divertido que cualquier otra cosa” porque “estás salvando personas y salvando países”.
El concurso de firmas fue un factor importante en la asistencia de Trump a la cumbre de la ASEAN de este año. También firmó el domingo acuerdos comerciales con Camboya, Tailandia y Malasia.
Hun Manet le recordó a Trump que Camboya lo había nominado para el Premio Nobel de la Paz, un galardón que Trump codiciaba. Dijo que quería expresar su profundo agradecimiento por el “liderazgo decisivo y el firme compromiso de Trump para apoyar una paz duradera entre Camboya y Tailandia”.
Hun Manet dijo que los comandantes militares de Camboya y Tailandia estaban discutiendo la primera fase de la retirada de armas pesadas de la frontera. Dijo que era una indicación de la voluntad de Camboya de implementar la Declaración Conjunta.
Anutin también le dio crédito a Trump por su “dedicación personal a la paz entre nuestros dos países”.
“Esta declaración, si se aplica plenamente, proporcionará las bases para una paz duradera, pero lo que es más importante, iniciará el proceso de reparación de nuestros vínculos”, afirmó Anutin.
Trump se ha acreditado repetidamente por su trabajo en el proceso de paz, repitiendo que fue “una de las ocho guerras que mi administración puso fin en sólo ocho meses”. Criticó a las Naciones Unidas por ser percibidas como pasivas en los combates de este verano.
Pero a pesar del alto el fuego, las tensiones están aumentando a lo largo de la frontera.
Tailandia y Camboya han estado enfrentados durante más de medio siglo a lo largo de su frontera de casi 500 millas. La disputa surge de un mapa de 1907 creado durante el dominio colonial francés en Camboya. Camboya todavía usa ese mapa; Tailandia dice que esto está mal y utiliza un mapa que, según afirma, refleja mejor la frontera porque utiliza una topografía moderna.











