El presidente Donald Trump acusó el domingo a China de aplicar un “doble rasero” a Estados Unidos tras amenazar con aplicar aranceles del 100 por ciento a la segunda economía más grande del mundo.
El viernes, Trump renovó su guerra comercial con China, acusando a Beijing de imponer nuevas exportaciones de carbohidratos de tierras raras.
Declaró aranceles adicionales y control de exportaciones de “software crítico” a partir del 7 de noviembre y amenazó con cancelar una reunión con el presidente chino, Xi Jinping.
El domingo, el Ministerio de Comercio chino calificó el arancel de Trump como un ejemplo general de “valores duales”.
El ministerio afirmó que Washington ha tomado medidas económicas contra Bayzing desde septiembre.
Dijo en una declaración en línea: “Amenazar con altos aranceles en cada giro no es el punto correcto para involucrarse con China”.
Los productos chinos se enfrentan actualmente a nuestro arancel del 5 por ciento bajo el Levi bajo el impuesto que Trump impuso por acusaciones de ayudar a Beijing en el comercio de fentanel y alegar irregularidades.
El arancel de venganza de China es actualmente del 10 por ciento.


El mundo raro se ha convertido en un importante punto de fricción en la reciente discusión comercial entre las dos superpotencias.
Son importantes para producir de todo, desde teléfonos inteligentes y vehículos eléctricos hasta hardware militar y tecnología de energía renovable.
China prioriza la producción y el procesamiento global de estos materiales y anuncia un nuevo control sobre la exportación de tecnología utilizada para la excavación y el procesamiento de minerales críticos en Thord.
En respuesta, Trump dijo en su verdadera plataforma social que China adoptó una posición “muy adversa” y que no se le debería permitir mantener al mundo “prisionero”.
El líder estadounidense también amenazó con abandonar una reunión con el XI en la Cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico de Corea del Sur a finales de este mes.


Desde que Trump regresó al poder en enero, fue la primera pelea cara a cara entre las dos economías más grandes del mundo.
La emoción vuelve a arder
Hace unos meses, Beijing y Washington acordaron una guerra incómoda en la guerra comercial reñida que comenzó este año y puso el comercio bilateral en grave peligro.
Sin embargo, en los últimos días la tensión ha vuelto a aumentar.
China dijo el viernes que impondría “tarifas portuarias especiales” a los barcos operados por Estados Unidos y lo llamaría una “medida de protección”.
Apunta a las propias tarifas portuarias que Estados Unidos cobra a los barcos chinos, alegando que “han dañado gravemente los intereses de China”.
Washington anunció estas tarifas en abril como parte de un intento de recuperar la construcción naval estadounidense después de una década de degradación en la que China y otros países asiáticos han visto la industria dominada.