El juez del Tribunal Superior que prohibió polémicamente la identificación de profesionales en el caso Sara Sharif fue acusado anoche de un ataque “injustificado” a los medios de comunicación, diciendo que no se podía confiar en que los medios informaran de manera justa.
En una andanada extraordinaria, el juez Williams dijo que había emitido una orden judicial para evitar un “linchamiento virtual” porque no creía que se pudiera confiar en que los medios informarían los asuntos de manera justa, precisa y responsable.
Tras la condena del padre de Sara, Urfan Sharif, de 42 años, y de su madrastra Benash Batul, de 30, por el asesinato de la niña de diez años, el Tribunal Superior prohibió nombrar a ningún profesional implicado en el caso.
Entre ellos se incluyen trabajadores sociales, expertos, tutores y jueces de tribunales de familia que tomaron la fatídica decisión de entregarle la custodia a Sharif antes de que matara a golpes a su hija.
En defensa de los implicados ayer, el juez Williams dijo: “Argumentar que los trabajadores sociales, los tutores o los jueces deben rendir cuentas equivale a responsabilizar al Titanic por el hundimiento y no a la toma de decisiones del Capitán Smith”. Culpar del fracaso a los propietarios de la White Star Line, o a los soldados que cruzaron el Somme el 1 de julio de 1916, fue la agresividad más que la toma de decisiones de los generales que elaboraron el plan.
Advirtió que nombrar a un juez del tribunal de familia proporcionaría un “chivo expiatorio” y “lo convertiría en un pararrayos para toda la atención negativa de la virtual turba de linchadores”.
“Algunos elementos de los medios de comunicación no siempre respetan altos estándares”, afirmó.

El juez Williams dijo que impuso una orden de anonimato a los profesionales en el caso Sara Sharif porque no creía que se pudiera confiar en que los medios informaran sobre los asuntos de manera justa, precisa y responsable.

Después de condenar al padre de Sara, Urfan Sharif (42) y a su madrastra Benash Batul (30) por el asesinato de la niña de diez años, el Tribunal Superior prohibió nombrar a ningún profesional involucrado en el caso.
“Así que, con el debido respeto, me parece que crear la impresión de que la información periodística será justa, precisa y responsable equivale a crear una narrativa del traje nuevo del emperador que todo el mundo sabe que es falsa, pero nadie se atreve a decirlo”.
Don Alford, director ejecutivo de la Sociedad de Editores, dijo: “Estamos profundamente preocupados por los comentarios del juez Williams. . . Sugerir que no se puede confiar en que la prensa informe de manera justa es una generalización amplia e ilógica que socava el papel vital del periodismo en el mantenimiento de la rendición de cuentas.’
La comisionada de la Infancia, Rachel de Souza, dijo: “Sarah ha fracasado completamente”.
Pero los medios de comunicación, incluido el Daily Mail, ganaron ayer el derecho a impugnar la controvertida orden del juez Williams. El juez del Tribunal de Apelaciones admitió la apelación porque era probable que el argumento del juicio abierto tuviera éxito.