BRUSELAS – Después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, ordenara el ingreso de tropas y tanques a Ucrania y disparara misiles contra Kiev durante el fin de semana de 2022, funcionarios estadounidenses y europeos se apresuraron a congelar alrededor de 300.000 millones de dólares de la riqueza soberana de Rusia (la mayor incautación financiera de la historia) para cerrar Moscú mientras todos los mercados financieros se retiraban el lunes por la mañana. Desde entonces, han estado observando ese montón de fondos rusos, preguntándose cómo usarlos para apoyar a Ucrania, incluso cuando gastan miles de millones de dólares de sus contribuyentes en armas y ayuda económica.









