Tom Hayes, el primer banquero encarcelado por manipular las tasas de interés Libor, está demandando a su antiguo empleador, la UBS, por 400 millones de dólares (300 millones de libras esterlinas), alegando que era un “chivo expiatorio cuidadosamente elegido” para el banco suizo que intentaba evitar el escrutinio regulatorio.
La demanda, que fue presentada públicamente el lunes en un tribunal estadounidense de Connecticut, alega que la UBS engañó a las autoridades estadounidenses y la llamó el “cerebro malvado” detrás del supuesto escándalo de Lieber, con el fin de proteger a los altos ejecutivos y reducir las multas.
Hayes pasó cinco años y medio de una condena de 11 años en prisión después de ser acusado de ser el cabecilla de una conspiración masiva para fijar la ahora extinta tasa de oferta interbancaria de Londres (Libor), utilizada para fijar el precio de billones de libras en productos financieros entre 2006 y 2010.
El extenso escándalo, que estalló en 2012, resultó en multas de casi 10 mil millones de dólares para una docena de bancos y casas de bolsa. Hayes mantuvo su inocencia y afirmó durante su juicio original que estaba participando en una práctica “que abarcaba a toda la industria”, acusando a los reguladores de convertirlo en un chivo expiatorio.
Hayes ahora busca compensación por el sufrimiento que sufrió como resultado de su régimen original.
Está demandando a la UBS por “negligencia” y dice que la UBS llevó a cabo una investigación “fundamentalmente defectuosa” para culpar a Hayes.
Los intentos de demandar a la UBS se produjeron meses después de que la Corte Suprema del Reino Unido anulara en julio un fallo de una década de antigüedad contra Hayes. La decisión se basó en errores del juicio original, que se consideraron instrucciones “inadecuadas e injustas” al jurado que condenó a Hayes por conspiración para defraudar. Esto significó que al ex banquero se le negó finalmente un juicio justo.
Sin embargo, los jueces de la Corte Suprema no llegaron a exonerar a Hayes por completo, diciendo que había “evidencia abrumadora” que podría haber dirigido adecuadamente a un jurado a condenarlo. “Pero el jurado no fue instruido adecuadamente”, explica el fallo, y añade: “Por lo tanto, las condenas son inseguras y no pueden mantenerse”.
Al comentar sobre el caso contra la UBS, Hayes dijo: “Me tomó más de una década declararme culpable y limpiar mi nombre. Mi equipo legal ahora responsabiliza a la UBS por convertirme en chivo expiatorio para ahorrar miles de millones en multas y proteger a sus altos ejecutivos.
“Mi vida quedó arruinada por las acciones del banco: perdí mi libertad y mi matrimonio, la infancia de mi hijo y mi salud física y mental resultó terriblemente dañada. La UBS también destruyó mi reputación y mi carrera”.
Después de la circulación del boletín
“Espero presentar mi caso ante un jurado para examinar el manejo de la UBS de este trágico e innecesario incidente”, añadió Hayes en un comunicado.
La USB declinó hacer comentarios.











