Paul McCartney se ha sumado a los llamamientos para que la UE rechace los intentos de prohibir el uso de palabras como “salchicha” y “hamburguesa” en la comida vegetariana.
El ex Beatle se ha sumado a ocho parlamentarios británicos que han escrito a la Comisión Europea argumentando que una prohibición aprobada por el Parlamento Europeo en octubre resolvería un problema inexistente y al mismo tiempo ralentizaría el progreso hacia los objetivos climáticos.
Las nuevas normas acabarán con el uso de términos como filete, hamburguesa, salchicha o escalope cuando se haga referencia a productos elaborados con vegetales o proteínas de origen vegetal. Las opciones sugeridas incluyen “discos” o “tubos” que consumen menos energía.
McCartney dijo: “Determinar si las hamburguesas y las salchichas son ‘de origen vegetal’, ‘vegetarianas’ o ‘veganas’ debería ser suficiente para que las personas sensatas entiendan lo que comen. Fomenta las actitudes necesarias para nuestra salud y la del planeta”.
El músico es uno de los principales defensores del vegetarianismo en el mundo. Él y su difunta esposa Linda McCartney fundaron la marca de alimentos de origen vegetal en 1991, y él y sus hijas Mary y Stella lanzaron la campaña global “Meat Free Monday” para animar a la gente a comer menos carne.
Linda McCartney Las salchichas y hamburguesas han sido parte de una tendencia global de creciente interés en productos para reemplazar la carne, incluso cuando la inversión se ha reducido debido a una burbuja durante la pandemia de coronavirus.
Sin embargo, el crecimiento de los productos de origen vegetal ha tenido una reacción negativa, particularmente por parte de las industrias agrícola y de distribución de carne, políticamente poderosas, que se preocupan por el impacto potencial de una menor demanda en los empleos.
El Parlamento Europeo votó 355-247 a favor de prohibir el uso de nombres “relacionados con la carne” en productos de origen vegetal. Según Euronews, Céline Immert, miembro francesa del Partido Popular Europeo de centroderecha y defensora de la prohibición, dijo al parlamento: “Acepto que los filetes, las chuletas o las salchichas sean productos de nuestras granjas ganaderas. Punto final. Sin sustitutos de laboratorio, sin productos de origen vegetal”.
La carta, firmada por la familia McCartney y parlamentarios británicos, argumentaba que las normas de la UE podrían obligar a Gran Bretaña a cambiar también, ya que los mercados y las regulaciones siguen entrelazados después de que el Reino Unido abandone la UE.
La Unión Europea cuenta desde hace mucho tiempo con un sistema de “indicaciones geográficas” para impedir el comercio de nombres de productos vinculados a lugares específicos, como Champaña (noreste de Francia), aceitunas Kalamata (sur de Grecia) o jamón de Parma (norte de Italia). Pero los esfuerzos por limitar el uso de términos genéricos son más controvertidos.
Después de la circulación del boletín
Muchos de los términos que serán prohibidos tienen significados flexibles. Por ejemplo, el diccionario Collins define la salchicha primero como carne y luego como “un objeto con forma de salchicha”. Lo que resulta más problemático para la prohibición es que la definición inicial de “hamburguesa” se da como “una masa circular plana de carne picada o verduras”.
Los ocho parlamentarios que firmaron la carta incluyen al ex líder laborista Jeremy Corbyn y a los ex colíderes del Partido Verde Carla Denner y Adrian Ramsay.










