Un estudio liderado por el IBE y el Instituto de Biología Evolutiva de la UPF (IBE: CSIC-UPF) confirma que las poblaciones árabes y amazigh del norte de África tienen orígenes genéticos diferentes. Por primera vez, este estudio sitúa el origen de los imazighen en el Epipaleolítico, hace más de veinte mil años. Las investigaciones han concluido que los orígenes genéticos de la actual población árabe del norte de África son mucho más recientes de lo que se pensaba, situándola en el siglo VII d.C. El equipo diseñó un modelo demográfico innovador que utiliza inteligencia artificial para analizar los genomas completos de dos poblaciones.

Compuesta por Túnez, Libia, Marruecos, Egipto y Argelia, el norte de África es un crisol de culturas con dos poblaciones humanas dominantes con lengua y cultura propias: los árabes y los amazigh. Parte de su historia está enterrada bajo el desierto, donde algunas investigaciones han desenterrado restos humanos que datan de hace 300.000 años. Sin embargo, su origen sigue siendo un misterio.

Ahora, una investigación liderada por David Comas, catedrático del Departamento de Medicina y Ciencias de la Vida (MELIS) ​​de la UPF e investigador principal del Instituto de Biología Evolutiva (IBE), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y es el común centro de Pompeyo. La Universidad Fabra (UPF), y Òscar Lao, también investigador principal del IBE, han descubierto, utilizando herramientas de inteligencia artificial, que los amazigh (singular amazigh) y los árabes del norte de África tienen orígenes genéticos diferentes. Por primera vez, el estudio muestra que ambos divergieron hace más de 20.000 años y arroja luz sobre la compleja historia demográfica de la región.

Los antepasados ​​amazigh llegaron al norte de África hace 20.000 años

Por su ubicación geográfica, el norte de África es un conglomerado de culturas que han recibido pueblos de Europa, Medio Oriente y África subsahariana durante miles de años. Este mestizaje de poblaciones enriqueció los genomas de las poblaciones de la región, creando un complejo rompecabezas filogenético.

Para arrojar luz sobre los orígenes y la evolución de las poblaciones árabe y amazigh, el equipo analizó exhaustivamente 364 genomas completos de diferentes poblaciones. Para ello, desarrolló un modelo computacional innovador con métodos de computación natural en el campo de la inteligencia artificial, denominado “Programación genética para genética de poblaciones” (GP4PG). Los resultados muestran que la divergencia entre el pueblo árabe y el amazigh se produjo mucho antes de lo esperado.

“El nuevo modelo GP4PG permite un análisis más preciso, robusto y refinado, que por primera vez separa claramente a los dos pueblos hace 20.000 años, cuando los amazighanos regresaron a África desde Eurasia en un movimiento llamado ‘Regreso a África’, afirma Oscar Lau, investigador principal del Instituto de Biología Evolutiva (IBE).

“Se han encontrado en Marruecos restos humanos con una antigüedad de unos 22.000 años que, según estos hallazgos, podrían ser los antepasados ​​de los amazighanos actuales”, afirma David Comas, catedrático de Antropología del MELIS-UPF e investigador del IBE.

Árabes y amazighanos llegaron al norte de África con miles de años de diferencia

Los pueblos árabes y amazigh llegaron al norte de África en lo que se conoce como la migración de “Regreso a África”, después de que la población humana se desplazara fuera de África, un movimiento poblacional cuyo legado genético aún se puede encontrar en sus habitantes.

“Con este estudio hemos visto que árabes y amazighanos no se han separado recientemente por una cuestión de geografía, cultura o lengua, pero los genomas confirman que eran genéticamente diferentes al mismo tiempo hace 20.000 años. Eran diferentes porque el dos poblaciones colonizaron el norte de África”, comentó David Coomas.

Estudios anteriores han sostenido que la actual población árabe de la región se originó en el Neolítico. Sin embargo, las investigaciones muestran que la mayoría de la población árabe colonizó el norte de África desde Oriente Medio mucho más tarde, durante la “arabización” del siglo VII d.C.

Por tanto, esto explicaría la estrecha relación genética entre las actuales poblaciones árabes del norte de África y las del Medio Oriente.

“Con el modelo GP4PG podemos observar que la llegada de los pueblos árabes alrededor del año 600 d.C. creó un gradiente genético gradual de este a oeste, de Oriente Medio al África subsahariana”, comentó Oscar Lau.

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