El domingo 19 de enero, TikTok, la popular aplicación para compartir vídeos que se ha convertido en un fenómeno cultural en Estados Unidos, podría desaparecer en el aire, a menos que el viernes la Corte Suprema ordene retrasar la aprobación de una ley aprobada por el Congreso el pasado viernes. Abril. Con una abrumadora mayoría bipartidista.
Los círculos legales, mediáticos y políticos de Washington están llenos de suspenso mientras esperan la última palabra del Departamento de Justicia, probablemente el viernes. La especulación abunda. ¿Los jueces confirmarán la ley que prohíbe TikTok y se lo quitará a 170 millones de usuarios estadounidenses? ¿O lanzarán la pelota en el tejado de Donald Trump, que regresó el lunes a la Oficina Oval?
El meteórico crecimiento de TikTok es realmente impresionante. A los jóvenes de todo el mundo les encanta la aplicación, ya que ha redefinido el panorama global de las redes sociales. TikTok, a diferencia de sus competidores, es único en su combinación de videos cortos y algoritmos intuitivos. Estas cualidades lo han impulsado a alturas incomparables, cautivando a miles de millones en todo el mundo. Aún así, este éxito deslumbrante ha traído su cuota de problemas. En Estados Unidos, la plataforma se ha convertido en un pararrayos de controversia, y las crecientes preocupaciones sobre la privacidad de los datos y la seguridad nacional han provocado un intenso debate. Ahora existe una posibilidad muy real de una prohibición que, una vez implementada, afectará a todo el mundo.
Amenazas de datos
Pero primero, echemos un vistazo a los argumentos a favor y en contra de TikTok. El gobierno de Estados Unidos sostiene que el Congreso está actuando por motivos de seguridad nacional. Han pintado a TikTok como un lobo con piel de oveja, alegando que ByteDance, su empresa matriz, una marioneta del gobierno chino, está dispuesta a entregar datos confidenciales a instancias de Beijing. Llamaron a TikTok una “seria amenaza” a la seguridad nacional de Estados Unidos, un caballo de Troya digital que está introduciendo de contrabando influencia china en los teléfonos inteligentes estadounidenses.
Aunque las afirmaciones no están respaldadas por pruebas contundentes, los temores son ciertos. ByteDance opera bajo la siniestra ley de seguridad nacional de China, que obliga a las empresas a cooperar con las agencias de inteligencia. La lógica es simple: los datos son poder, y el mar de datos de los usuarios de TikTok podría convertirse en una mina de oro para las ambiciones globales de China. O al menos eso teme el establishment estadounidense.
Sin embargo, TikTok no va a caer sin luchar. Tanto los creadores de contenidos radicales como sus defensores argumentan que la prohibición es un ataque a la Primera Enmienda. Afirman que cerrar la plataforma sofoca la libertad de expresión y socava el derecho de 170 millones de estadounidenses a expresarse en línea.
¿El cambio de opinión de Trump?
Sin embargo, irónicamente, Donald Trump, el mismo hombre que intentó prohibir TikTok en 2020, aunque por un corto período, ahora se ha convertido en su improbable salvador. El presidente entrante instó a la Corte Suprema a retrasar la prohibición. ¿Por qué? Quizás porque quiere la gloria de decidir el futuro de TikTok, presentándose a sí mismo como el máximo negociador. Olvídese de la administración Biden o del Congreso, en el mundo de Trump, solo él puede desatar el nudo de seguridad nacional y libertad de expresión que envuelve a TikTok. Se cree que dos multimillonarios que ya se han reunido con Trump tienen planes de comprar TikTok, que será negociado por Trump después de que asuma el cargo el lunes.
Por primera vez en la historia de la tecnología estadounidense, Estados Unidos aprobó una ley dirigida a un importante gigante tecnológico chino. Si la prohibición se impone el domingo, ¿qué les espera a la aplicación y a sus millones de usuarios?
Indicios de la prohibición india
La prohibición india de TikTok establecida en 2020 ofrece una idea y sirve como advertencia. En ese momento, la aplicación había acumulado la asombrosa cifra de 200 millones de usuarios en la India, su mayor audiencia global. TikTok revolucionó la creación de contenido digital con un algoritmo que permitió a los creadores de base alcanzar una fama inimaginable en otras plataformas. Por primera vez, la creación de contenidos se sintió verdaderamente democrática.
TikTok tiene un poder cultural similar en Estados Unidos. Las comunidades de nicho prosperan en la plataforma e innumerables pequeños creadores y empresas confían en la aplicación para obtener visibilidad e incluso ganarse la vida. Pero, al igual que en India, los usuarios estadounidenses ya se están adaptando a la vida sin TikTok. Durante el año pasado, a medida que los rumores sobre una prohibición se hicieron más fuertes, muchos creadores recurrieron a una estrategia alternativa: duplicar sus esfuerzos en plataformas rivales como Instagram Reels y YouTube Shorts.
La inmigración ha cobrado impulso. Informes recientes revelan que un grupo de usuarios de TikTok, que se hacen llamar “Refugiados de TikTok”, han abandonado otra aplicación china, RedNote. Esta semana, RedNote se convirtió en la aplicación más descargada en la App Store de Apple en EE. UU.
La historia de la India posterior a TikTok sugiere que el vacío no durará mucho. A los pocos meses de la prohibición de TikTok, Instagram y YouTube rápidamente se sumaron con reels y cortos. Otras plataformas de startups intentaron competir, pero no fueron rival para estos titanes tecnológicos arraigados. La misma historia podría ocurrir en Estados Unidos, donde los gigantes existentes ya se están posicionando para aprovechar la oportunidad.
La prohibición de TikTok puede ser sólo el comienzo. India no se detuvo en Tiktok; Eliminó cientos de aplicaciones chinas de una sola vez. La nueva ley estadounidense sienta las bases para medidas similares al sentar un precedente para atacar otras aplicaciones chinas bajo el pretexto de preocupaciones de seguridad nacional y privacidad. El efecto dominó podría volver a trazar las líneas del dominio tecnológico global, dejando a las empresas tecnológicas chinas fuera de los mercados occidentales.
Una prohibición puede ser devastadora
La máquina de ingresos de TikTok es poderosa. Sólo en 2023, generó 16.100 millones de dólares en ingresos publicitarios. Estados Unidos ha sido un eje de este éxito, siendo uno de sus mercados más rentables. Una prohibición sería un golpe devastador, reduciría los ingresos por publicidad y amenazaría la rentabilidad global de ByteDance.
Además, con 1.600 millones de usuarios en todo el mundo, TikTok se ubica como la quinta plataforma tecnológica más grande, sólo detrás de gigantes como Facebook, que cuenta con tres mil millones de usuarios en 2023. El dominio de la aplicación se extiende por Europa, Indonesia y Brasil, pero una prohibición en Estados Unidos podría tener efectos en cascada. Podría aumentar la presión sobre Europa para que haga lo mismo, poniendo en peligro aún más la trayectoria de crecimiento global de ByteDance y consolidando el estatus de la aplicación como campo de batalla geopolítico.
Una campaña anti-China más amplia
Quienes siguen de cerca la política exterior de Estados Unidos saben que la prohibición estadounidense de TikTok es más que una simple represión contra una aplicación de redes sociales: es una medida calculada en la estrategia más amplia de Washington para frenar el ascenso de China a la cima de la jerarquía económica global. Este retroceso no se trata de una única plataforma; Es una batalla por la supremacía tecnológica y económica en el siglo XXI.
TikTok no es el primer titán tecnológico chino que se enfrenta a la presión. Huawei, que alguna vez fue un gigante en la infraestructura 5G, se ha visto muy afectado por las sanciones y sanciones lideradas por Estados Unidos. A partir de enero de 2025, varios países, incluidos Australia, Nueva Zelanda, Japón, el Reino Unido y países de la UE, se han unido a Estados Unidos para restringir las actividades de Huawei, citando temores de seguridad nacional y presuntos vínculos de espionaje con Beijing. El mensaje era claro: Occidente no podía confiar en la tecnología china con posibles vínculos con el Partido Comunista.
Flashback de Huawei
Si bien las ganancias de Huawei se han visto afectadas en los mercados internacionales, la compañía se ha recuperado con fuerza en casa, aprovechando su dominio en China para sostener sus operaciones. Las sanciones estadounidenses han reducido el acceso de Huawei a componentes críticos, limitando su producción de teléfonos inteligentes avanzados y equipos de red. Aún así, en una notable muestra de resiliencia, el año pasado Huawei presentó un teléfono inteligente de última generación impulsado por chips de 7 nm, una medida que tomó por sorpresa a Washington y demostró la capacidad de la compañía para innovar bajo presión.
Al adaptarse a la represión global, Huawei se ha diversificado agresivamente, incursionando en servicios en la nube, IoT y soluciones empresariales. A pesar de los moretones, la empresa sigue siendo un actor fuerte en el mundo de la tecnología. El enfrentamiento entre Estados Unidos y China se ha convertido en una “guerra tecnológica”, marcando una nueva fase en su rivalidad geopolítica.
Las semillas de este conflicto se sembraron durante el primer mandato del presidente Trump, cuando una dura guerra comercial llegó a los titulares. Los aranceles a las importaciones chinas han aumentado, se han impuesto sanciones a las empresas chinas y el impulso económico de Beijing se ha desacelerado. Los implacables ataques económicos de Trump han dejado cicatrices, pero bajo el gobierno del presidente Biden, Washington convirtió la guerra comercial en una guerra tecnológica total.
Biden mantuvo los aranceles de la era Trump por un total de 360.000 millones de dólares y amplió la medida. Firmó una legislación que prohibía TikTok, impuso amplios controles de exportación de tecnología avanzada y limitó la inversión estadounidense en sectores clave vinculados a las ambiciones militares de China. Los aranceles sobre los vehículos eléctricos, los semiconductores y los metales chinos se han disparado, mientras que las medidas a nivel estatal han impedido que los fondos de pensiones públicos inviertan en acciones vinculadas al estado chino.
Una prohibición puede tener un efecto en cascada
A diferencia de India, que no enfrentó ninguna reacción significativa después de prohibir TikTok debido a la insignificante huella de la tecnología en China, Estados Unidos está profundamente involucrado con el mercado chino. Una prohibición de TikTok podría desencadenar una nueva ronda de medidas de represalia por parte de Beijing, amenazando a sectores más allá del tecnológico. El comercio, la manufactura y las finanzas pueden sufrir daños colaterales en este grave estancamiento.
La estrategia estadounidense para contener a China se remonta a la presidencia de Barack Obama, cuando el rápido ascenso económico de Beijing comenzó a perturbar a Washington. Sin embargo, podría decirse que la administración Biden ha sido la más agresiva hasta el momento, lo que hace que la rivalidad entre Estados Unidos y China sea una característica definitoria de la geopolítica global. La prohibición de TikTok es la última salva de una campaña más amplia.
(Syed Zubair Ahmed es un periodista indio de alto rango radicado en Londres con tres décadas de experiencia en los medios occidentales)
Descargo de responsabilidad: estas son las opiniones personales del autor.