Un nuevo estudio presentado en la Reunión Anual SLEEP 2024 presenta un marco para un sistema de monitoreo del sueño objetivo, no invasivo y sin esfuerzo que utiliza un termostato inteligente equipado con sensores de movimiento.
Los resultados mostraron que los termostatos inteligentes identificaron tres grupos distintos de calidad del sueño, con claras variaciones en la duración, la interrupción y la eficiencia del sueño. El análisis comparativo destacó la heterogeneidad en la calidad del sueño, destacando el potencial de los dispositivos inteligentes y las fuentes de datos de NextGen IoT para identificar patrones de sueño y contribuir a la investigación del sueño sin un monitoreo invasivo.
“Aunque estos termostatos inteligentes no fueron diseñados originalmente para monitorear la salud, su capacidad para distinguir con precisión entre patrones complejos de sueño y alteraciones fue la parte más sorprendente de esta investigación”, dijo Jasleen Kaur, quien dirigió el doctorado en ciencias e ingeniería en informática. dicho. Investigador postdoctoral en el UB Lab, Universidad de Waterloo en Ontario, Canadá.
Los investigadores analizaron ocho terabytes de datos recopilados de termostatos inteligentes en 178.706 hogares. La activación de sensores se tradujo en señales que modelaron las características del sueño y se utilizaron modelos de aprendizaje automático para comprender los indicadores de calidad del sueño.
La Academia Estadounidense de Medicina del Sueño reconoce que la tecnología del sueño de consumo se puede utilizar para mejorar las interacciones médico-paciente cuando se presenta en el contexto de un diagnóstico clínico apropiado. Sin embargo, estas herramientas no sustituyen a la evaluación clínica.
Según Kor, el estudio destaca el potencial de los dispositivos inteligentes para recopilar datos significativos de salud conductual a largo plazo en el hogar para monitorear la salud pública casi en tiempo real.
“Un sueño de calidad es fundamental para la salud y el bienestar de las personas”, afirmó Kaur. “Sin embargo, recopilar datos fiables es difícil porque a menudo se basa en sesgos de recuerdo e interpretaciones subjetivas; esto proporcionaría la posibilidad de combinar datos de salud ambiental y conductual para mejorar la salud del sueño”.
El resumen de la investigación se publicó recientemente en un suplemento en línea de la revista SLEEP y se presentará durante SLEEP 2024 en Houston el martes y miércoles 4 y 5 de junio.