Nueva Delhi:
Dos azafatas fueron los únicos supervivientes de un accidente aéreo en Corea del Sur en el que murieron 179 de las 181 personas a bordo. El vuelo de Jeju Air despegó de Bangkok e intentaba aterrizar en el aeropuerto internacional de Muan, a 290 kilómetros al sur de Seúl. El accidente desencadenó una operación de rescate masiva, en la que equipos de emergencia revisaron los escombros durante horas.
Cuando los sobrevivientes, Lee, de 32 años, y Kwon, de 25, fueron sacados de la sección de cola en llamas del avión, sus recuerdos del evento se nublaron por la conmoción y la confusión.
Lee, que estaba estacionado en la parte trasera del avión para ayudar a los pasajeros durante el aterrizaje, preguntó repetidamente: “¿Qué pasa?”. y “¿Por qué estoy aquí?” Cuando lo interrogaron los médicos del Hospital Coreano de Mokpo, según un Informe Por The Korean Times.
El personal del hospital describió a Lee como aturdido e incapaz de describir sus heridas, lo que indica que el golpe fue contundente.
“Parecía estar casi en estado de pánico, probablemente preocupado por la seguridad del avión y de los pasajeros”, dijo un funcionario del hospital citado por el Korean Times. Lee sufrió heridas en el hombro izquierdo y en la cabeza, pero estaba consciente. Posteriormente fue trasladado a un hospital de Seúl a petición de su familia.
El segundo superviviente, Kwon, está siendo tratado en el Hospital Central de Mokpo. Al igual que Lee, no recuerda el accidente. Sufrió laceraciones en el cuero cabelludo, fractura de tobillo y dolor abdominal, y el personal médico continuó evaluando sus heridas. “Aunque su vida no corre peligro, el trauma y las heridas son importantes”, dijo un representante del hospital.
Las investigaciones preliminares sugieren que el accidente se debió a un mal funcionamiento del tren de aterrizaje. El avión se salió de la pista y se estrelló contra una valla de hormigón antes de estallar en llamas. Los servicios de emergencia rescataron a 179 víctimas de los escombros, dejando a dos asistentes de vuelo como los únicos supervivientes.
Los investigadores recuperaron la caja negra del avión. Los expertos en aviación han señalado posibles fallas de mantenimiento o errores humanos, pero los funcionarios guardan silencio sobre el análisis detallado de los datos de las cajas negras.
El accidente se produce en un momento de agitación política sin precedentes en Corea del Sur. El presidente Yoon Suk Yeol está bajo investigación por su controvertida declaración de ley marcial a principios de este mes. Yun, despojado de su presidencia por el parlamento, enfrenta cargos penales de sedición, que podrían resultar en cadena perpetua o pena de muerte. Se está intentando arrestarlo porque se ha negado repetidamente a cooperar con los investigadores.
El ministro de Finanzas, Choi Sang-mok, ahora presidente en funciones tras la destitución de Yun y la destitución de su sucesor Han Dak-soo, se encuentra lidiando con las consecuencias de una crisis tanto política como humanitaria.