Sue Gray, jefa de gabinete de Sir Keir Starmer, lució casual ayer mientras acompañaba al nuevo primer ministro a Irlanda del Norte.
El ex alto funcionario, que investigó las violaciones del bloqueo de Covid-19 en Downing Street bajo el ex primer ministro Boris Johnson, estaba en Belfast con el nuevo primer ministro como parte de una gira por el Reino Unido para “reiniciar” las relaciones con los países desarrollados.
Sir Keir aprovechó el viaje para centrarse en la importancia de mantener la paz en Irlanda del Norte tras los disturbios.
El tema es muy importante para la señora Gray, ya que una vez regentó un pub en la provincia con su marido en una zona rural del condado de Down, a sólo diez minutos de la frontera con la República de Irlanda.

Sue Gray, jefa de gabinete de Sir Keir Starmer, lució casual ayer mientras acompañaba al nuevo primer ministro a Irlanda del Norte.

El ex alto funcionario, que investigó las violaciones del bloqueo de Covid-19 en Downing Street bajo el ex primer ministro Boris Johnson, estaba en Belfast con el nuevo primer ministro como parte de una gira por el Reino Unido para “reiniciar” las relaciones con los países desarrollados.
El hecho de que la señora Grey, una londinense nacida y criada, se hubiera mudado a lo que entonces se conocía como “país de los bandidos” planteó dudas sobre si era una espía británica.
Sin embargo, luego negó que así fuera.
Gray dejó su función en la administración pública para asumir el cargo de jefa de gabinete de Sir Keir en marzo del año pasado, lo que generó controversia.
Los asesores de Johnson afirmaron que mostrar su informe en el mitin de Downing Street durante la pandemia, que contribuyó a su dimisión en 2022, era una “puntada” laborista.
La semana pasada, el hijo de Gray, Liam Conlon, se convirtió en diputado por Beckenham y Penge.
Es uno de los 47 nuevos parlamentarios respaldados por el Movimiento Laborista por Europa, que aboga por un acuerdo más estrecho con la Unión Europea, incluida la alineación con las regulaciones de Bruselas.
La nueva incorporación reforzará enormemente el grupo de presión, que se cree que ya cuenta con 80 miembros. Su presidenta es Stella Creasy.